Por motivos laborales, tengo que hacerme 250 Kms al día de lunes a viernes. Eso suponen (para el que se le den mal las mates) 1.250 Kms a la semana. Bueno, pues que he decidido levantar el pie del acelerador. Esto se traduce de la siguiente manera: las primeras semanas me iba y venía a 130 Kms/hora (tampoco me gusta correr mucho, además de no estar permitido) y esta última semana he rebajado la velocidad a 110 Kms/hora.
Mi coche posee uno de esos ordenadores de abordo que te dicen los kilometros hechos, el consumo medio, la velocidad, etc. Cuál fué mi sorpresa al comprobar que esas primeras semanas el coche me cosumió, siempre según este ordenador de abordo, medio litro menos a los 100 Kms.
Si hacen cuentas, verán que al día me ahorro algo más de un litro de gasoil y a la semana unos 5 o 6 litros, que al precio que está el gasoil es un dinero al mes, oiga.
El que lea esto pensará que para hacer esto me he tenido que levantar mucho más temprano que antes, con la consiguiente pérdida de tiempo de sueño, y habrá también quien prefiera domir a ahorrar. Pues bien, nada más lejos de la realidad, me lavanto a la misma hora, pero antes llegaba un cuarto de hora antes al trabajo y ahora llego diez minutos antes.
Si señor, me ahorro un dinero al mes y encima sólo tengo que tener cinco minutos de paciencia más en el coche, cosa que a mi no me molesta en exceso.
Hagan caso, de verdad, merece la pena. Pueden probar ustedes mismos, aunque sólo sea una semana, y verán que tengo razón, el ahorro es soprendente. Seguro que su bolsillo se lo agradece.
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