sábado, 7 de noviembre de 2009

Ágora, de Alejandro Amenábar

Las pelis de Amenábar siempre tienen algo especial. Siempre sorprenden. Al menos a mí.


Su debut, "Tesis" es una magnífica película que te tiene enganchado desde el minuto uno y que te hace sentir miedo, desconfianza e intriga a partes iguales y todo eso con una ambientación de bajo presupuesto. Cinco estrellas.

Luego vino "Abre los ojos", una película que desconcierta, hace que estés perdido pero que sobre todo te hace pensar y mucho y eso fué lo que más me gustó de ella. Otras cinco estrellas.


El salto al estrellato definitivo lo tuvo con "Los otros". Estrella mundial para el papel protagonista, que además es que se sale, película de miedo con truco final que te descoloca del todo y ambientación terrorífica y claustrofóbica. Lástima que la gran peli "El sexto sentido" se estrenara antes. Y van quince estrellas.


Los grandes premios se los llevó con "Mar adentro". Goyas por todos los lados y Óscar incluido. Una peli en la que Amenábar se pone serio y que trata el tema de la eutanasia pero sin moralinas. Actores españoles que también se salen, maquillaje de lujo y excepcional el diálogo entre el prota y el cura. Cuatro de cuatro=veinte estrellas.


Y entonces llegó la película de época, de gran presupuesto, con una gran ambientación, decorados espectaculares, actores extranjeros de nombre... Pero... Ay!



Resulta que la peli comienza y llevas una hora viéndola y cuando te das cuenta te preguntas ¿Pero esto cuándo empieza? La película, para mí, es muy lenta. Se repite muchísimo y se pierde en divagaciones.

Resulta que el film en cuestión va de la vida de la filósofa Hipatia en la época de la Alejandría tardía, en la que conviven varias religiones, como la judía, la pagana o la emergente cristiana; y sobre las luchas por el poder entre ellas, claro.


La peli comienza con los enfrentamientos entre paganos y cristianos y el odio que existía entre ellos. Así que se mata a la gente a lo burro sin otro motivo que la fe, cortando cabezas y lo que haga falta. Mientras, Hipatia se plantea si es el sol el que gira alrededor de la tierra o es la tierra la que gira alrededor del sol.


Cuando el primer conflicto termina, los paganos se convierten al cristianismo. Y resulta que media hora sin guerra para los cristianos es mucho, así que ahora se lían a la pedrada con los judíos, que estaban muy tranquilos ellos. Así que vuelta al principio con los mismos protagonistas. Mientras, Hipatia, vuelta la burra al trigo, que si el sol gira o es la tierra la que gira y así hasta el final.



La película, como he dicho antes, se hace muy lenta, quizás por lo repetitivo de su planteamiento y no te engancha en ningún momento. Hipatia se pierde entre tanta reflexión y tanto repetir lo mismo.


Pero lo que menos me gustó fue la moralina que desprende la película. Entiendo que se trata de una crítica-reflexión de las religiones en general, de lo mal que lo hicieron en el pasado y de la gente que murió en nombre de la fe a los dioses. Lo que no me gusta es que se ceba con el cristianismo. Sí es verdad que deja ver que todas las religiones son iguales, pero también deja ver que de todas, el cristianismo es la peor y en mi opinión no era para nada necesario, aunque históricamente fuera así. Esa falta de moralina era la que hacía grande "Mar adentro". Se podría haber prescindido de ella.


Aún así, al ver la película, da la sensación de estar viendo una gran película. Se nota la mano de Alejandro con la cámara y los decorados son espectaculares. Además el Google Earth funciona a las mil maravillas.

En conclusión, no llegamos con esta a las 25 estrellas. Para la próxima seguro que será.

lunes, 19 de octubre de 2009

Cortegana - Almonaster la Real


Sendero muy bonito, pero algo duro, de la sierra de Huelva. El recorrido tiene una distancia de 12 kilómetros ida y vuelta, aunque el que aquí se va a describir es una variante de este mismo, algo más largo, de entre 15 y 20 kilómetros, y que pasa por la cima del Cerro de San Cristóbal.



Comenzamos el sendero en Cortegana, subiendo por la calle La Gitanesca, situada en el lado izquierdo de la plaza de toros. Subiremos una cuesta con bastante pendiente pero de corto recorrido. Al llegar arriba, nos volveremos para echar un vistazo a Cortegana, que se muestra hermosa. Continuaremos el sendero hasta llegar a una bifurcación, en la que giraremos a la izquierda para entrar en un trayecto bastante estrecho y lleno de vegetación por el parece que corre un río de lluvia en las épocas.


Bajaremos una gran pendiente por este tramo hasta que el sendero se despeja un poco de plantas y continuaremos por una ladera de montaña para seguir bajando. Llegaremos así hasta una pequeña aldea de apenas 3 ó 4 casas. A partir de aquí el camino es de hormigón para facilitar el acceso de los coches hasta estas casas.

Al final del camino asfaltado cruzaremos una carretera y llegamos a la aldea de Acebuche. Nos podemos refrescar un poco en una fuente que está junto a la carretera y seguir el camino por la carretera hasta llegar a otra aldea llamada Arroyo. Esta parte del sendero es bastante menos atractiva, pero bastante corta, de apenas 2 kilómetros. Al pasar Arroyo, seguiremos por la carretera hasta llegar al cruce de la carretera que va de Cortegana a Almonaster la Real. Cruzamos esta carretera y seguimos el sendero por un camino que hay junto a una casa a pie de carretera.


Esta parte del sendero se hace algo más dura, ya que sube un puerto antes de llegar a la cima del Cerro de San Cristóbal. Pronto el camino se adorna de los clásicos muros de piedras de la sierra mientras se suben empinadas cuestas. Cuando se llega a la cima de este primer puerto el camino se rodea de helechos y castaños, dándole un toque muy especial. En época de recogida de la castaña (otoño) podremos entretenernos recogiendo algunos de estos sabrosos frutos.


Algo más adelante el sendero coincide con otro sendero, el "Subida al Cerro de San Cristóbal". Aquí podemos girar a la derecha y bajar hasta Almonaster la Real, o seguir de frente y subir al citado puerto de montaña. Aquí se describirá la segunda opción. Así, seguiremos subiendo cuestas de arena y recoger algunos madroños mientras paseamos con vistas a Cortegana al fondo. Esta parte del sendero es algo dura, pero no en exceso.




Cuando llegamos a la cima del Cerro de San Cristóbal podemos descansar un poco mientras nos asomamos a los dos miradores que hay. Preciosas las vistas de toda la sierra, incluso parte de Badajoz.


Si el tiempo está bueno y somos atrevidos podemos bajar por la parte indicada en el sendero, una bajada algo peligrosa pero muy emocionante. Hay que tener mucho cuidado y apoyar bien los pies en las piedras para no caerse, ya que en ese caso la bajada será más rápida de lo esperado (je,je). Si el tiempo está bueno bajaremos desde la cima por la carretera hasta volver a adentrarnos en el campo.


El sendero sigue por un camino algo estrecho pero de suave, lleno de vegetación por ambos lados hasta llegar a una parte de antiguos molinos, donde hay carteles explicativos del funcionamiento de estos. De aquí bajaremos hasta Almonaster por un camino de piedras bastante empinado, pero de vistas muy atractivas.




Cuando lleguemos a Almonaster merece la pena pararse a visitar este pueblo. Pasear por sus calles y visitar su Mezquita.


Seguiremos el camino por la carretera a Cortegana hasta volver a dar con el sendero y así llegar hasta Acebuche de nuevo, no sin antes cruzar las vías del tren. Desde Acebuche volveremos a Cortegana por el mismo sendero que hemos descrito en la primera parte de esta entrada.



Desde aquí os animamos a que hagáis este sendero, que aunque es algo duro para principiantes es muy agradable.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Tarta de Queso (la original)

He probado muchas tartas de queso pero como esta os aseguro que no he probado nunca ninguna. Está buenísima. Es un poco laboriosa pero merece la pena.
Esta tarta la aprendí hacer una tarde de primavera o verano en casa de una amiga. Ella fue la que me dió la receta y la que me enseño "in situ" como se hacía esta tarta. Desde entonces sólo la he hecho una vez porque comer esta tarta es pecado. No sé sí darte las gracias o no amiga, jejeje.

Ingredientes Base (la cantidad es en función del tamaño del molde).
*1 Paquete Galleta Maria.
*Mantequilla.
Ingredientes Parte Central
*600 ml. Nata para montar.
*400 gr. ó 600 gr. Queso tipo Philadelphia.
*1 Vaso de leche.
*1/5 de azúcar para que sea muy dulce ó 1/15 menos dulce.
*4 Sobres de Cuajada.
*1 Sobre de gelatina.
*1 Pizca de sal.
Ingredientes Parte de Arriba
*1 Bote de mermelada (Ej. Frambuesa).
*Zumo de 1 limón.
*Un poquito de agua 1/15 ( el culo del vaso).

Elaboración
Primero se hace la base. Se pica la galleta, mientras se derrite la mantequilla. Se va cubriendo la base con la galleta rallada. La mantequilla que se echa puede ser 2 ó 3 cucharadas, o más, dependiendo de lo que se necesite.
La mantequilla derretida se echa encima de la galleta. La galleta tiene que ir absorviendo la mantequilla. Una vez cubierta la base por la mantequilla se mete en el frigorífico. Mientras se va haciendo la parte central.

Parte Central. Se pone en una olla todos los ingredientes, menos el azúcar, a fuego medio.
Se echa los 3 paquetes de nata y el queso, se bate, se echa el vaso de leche, la cuajada (sin diluir) y la gelatina (dejar un poco para utilizar en la parte de arriba) sin dejar de batir. Se echa un pizca de sal. No dejar de batir con la olla en el fuego hasta que hierva.
Se apaga el fuego y se le echa 1 vaso y medio de azúcar. Se va echando el azúcar poco a poco a la vez que se va batiendo.
La mezcla se prueba para ver sí está dulce, en caso contrario echar más azúcar.
Se echa el contenido en el molde, se deja enfriar y luego se pone en el frigo, de 4 a 5 horas o de un día para otro. Es recomendable dejar que pase un día.

Parte de Arriba. Cuando esté totalmente cuajada se le echa la parte de arriba.
En el agua se deslia un sobre de gelatina o el resto que dejamos anteriormente, una vez desliada se le echa el zumo del limón y luego la mermelada. Se pone al fuego sin dejar de mover, cuando hierva se quita del fuego.
Una vez fuera se va moviendo para que no se cuaje, cuando esté templada se le echa a la tarta y de ahí al frigorífico por lo menos una hora.
Espero que disfruten, como siempre, haciéndola y comiéndola. Espero que más de uno o de una se anime hacerla.

viernes, 21 de agosto de 2009

Despertar


Me desperté aquella mañana muy temprano, a pesar de que me dormí bien entrada la noche, pero es que siempre fui de esas personas que extrañan su propia cama y aquella había sido la primera noche que pasaba en esa que a partir de entonces, y por un tiempo prolongado, iba a ser mi nueva cama.

Como dije, la noche anterior me había quedado dormido bastante tarde. La incomodidad de la nueva cama y el pensamiento en el que me introduje y que una y otra vez volvía a mi mente, no me permitieron descansar bien. Lo ocurrido ese día era un martillo que golpeaba una y otra vez mi cabeza. Me aturdía, me desquiciaba, pero sobre todo me apenaba.


Cuando, al final de aquella mala noche, me desperté, no recordaba nada. Aún tardé un rato en ser consciente de dónde me encontraba. Con los ojos todavía cerrados, ya que no era capaz de abrirlos (siempre me costó un tiempo pasar del profundo sueño a la persona "pensante") oía voces y ruidos que venían del exterior. Cuando al fin conseguí abrir los ojos por un momento, miré alrededor. Había poca luz. La pequeña ventana que daba a la "habitación" apenas dejaba pasar ente sus barras unos rayos de luz. Aún así eran suficientes para poder iluminarlo todo bastante como para reconocerlo.

Volví la cara a mi derecha y las barras de la puerta me devolvió bruscamente a la realidad. A mi realidad. Esas barras en la puerta me hicieron recordar en milésimas de segundo toda la desesperanza y angustia pasada el día anterior. Apenas unas horas antes. Y de pronto recordé dónde me encontraba: en la cárcel. Y sentí vergüenza.



Los recuerdos del día anterior se agolparon en mi cabeza y constaté que no había sido un sueño. Todo comenzó cuando ella llegó a casa después del trabajo. yo ya había llegado hacía una hora y me senté en el sofá a esperarla para la cena mientras observaba la televisión, como siempre hacía.

No había tenido un buen día en el trabajo, pero estaba ya más calmado después de tomar una buena ducha con agua caliente. Aún así, cuando oí sus llaves deslizarse por la cerradura no pude más que molestarme. ¿Tenía que hacer tanto ruido al entrar?. Pero mucho más me molestó cuando dio un golpe con la puerta al cerrar. Venía del supermercado y no pudo dejar las bolsas en el suelo, así que la cerró con un ligero golpe con el pie, algo habitual en ella y que a mi no dejaba de molestarme. Pero aquella vez se había pasado, la había dado más fuerte de lo normal y no pude callarme. Se lo reproché.

Ahora reconozco que que le grité, pero en aquel momento la ira me cegó y cuando ella ella me recriminó que no le gritara, yo, gritando aún más, le contesté que no le había gritado. Como pasaba bastante a menudo desde hacía mucho tiempo, aquello derivó en una discusión bastante estruendosa. Y, como casi siempre (a veces ella conseguía salir de casa antes), la conversación terminaba cuando yo imponía mi autoridad con un fuerte golpe sobre su cara.

Normalmente ella comenzaba a llorar después de aquello y yo le pedía perdón y todo volvía a la normalidad, aunque ella seguía llorando un rato mientras me preparaba la cena. Pero, ¿qué podía hacer?. Tenía que dejar claro que allí mandaba yo.

Pero esa vez no se pudo conformar y sin llorar (cosa que me impresionó bastante y hasta me asustó) se volvió hacia mí y me gritó que no la volviera a pegar.

Eso me enfureció bastante. No estaba acostumbrado a que aquella mujer delgadita y debilucha respondiera ante mi muestra de autoridad. De pronto sentí cómo los ojos se me abrían mucho y cómo mis puños se cerraban y apretaban más que nunca. Y cómo un nerviosismo y un inmenso calor me recorrían el cuerpo de arriba a abajo. Cogí el cenicero de la mesita colocada delante del televisor y la golpeé en la cabeza.

No quise matarla, solo quería que entendiera que era yo el que ponía las normas, pero ella cayó al suelo del salón mientras la sangre tapaba lentamente su cara. Me quedé inmóvil, sin saber qué hacer. De pronto tuve miedo y el que lloré fui yo. Pensé en escapar. Nadie sabía dónde estaría. Desaparecería. Me tragaría la tierra. Pero la volví a mirar y de pronto fui consciente de lo que había hecho. Sentí que un sentimiento de culpa recorría todo mi cuerpo. Y pensé que no podría vivir con aquella culpa.

Mi siguiente pensamiento fue el suicidio, pero eso no arreglaría nada. Además, siempre creí que eso era cosa de cobardes y yo nunca sería capaz de terminar con mi vida de aquella manera.

Así que opté por lo que consideré lo más razonable: entregarme yo mismo a la policía. Sabía que yo había hecho algo malo y pensé que debía pagar por eso. Cogí mi coche y me acerqué a la comisaría de policía más próxima. Entré y le dije al agente de la puerta que había matado a mi mujer. De esta manera es como terminé en prisión.

Ahora tengo un sentimiento confuso. No es que la eche de menos, ya que casi no recuerdo su cara. Lo que más me hace sentir esta culpa es que al final la perdí, la saqué de mi vida (cosa que siempre temí) y sin haberme despedido de ella.

jueves, 13 de agosto de 2009

Solo


Ese verano decidieron llevar a las niñas a la playa. La tranquilidad que les proporcionaría el sonido del mar les vendría bien. Hacía tiempo que algo no funcionaba en la relación y se tomaron aquel viaje como la salvación definitiva o el ocaso de aquella historia. La subida al cielo o la bajada a los infiernos.

Si habían aguantado tanto era por las niñas. No era que discutieran ni que no se llevaran bien. Ni siquiera era que ya no tuvieran objetivos comunes. Simplemente habían perdido poco a poco la comunicación. El transcurso del tiempo había hecho que cada vez hablaran menos, como un reloj de arena deja escapar grano a grano el tiempo acumulado en su parte de arriba.



Cuando llegaron a la playa, las niñas se lanzaron al mar. Era una tarde de mucho calor. Ella se tumbó en la correctamente colocada toalla y se dispuso a adquirir el muy deseado moreno de playa. Ya pensaba en la envidia que les daría a sus amigas cuando estuviera de vuelta.




Mientras, él se colocó sus cascos y pulsó el "Play" en su "Ipod". Pronto comenzó a sonar el último disco de Bruce Sprinsteen y, sin ni siquiera quitarse la camiseta, se dispuso a dar vueltas por la orilla del mar. Al mismo tiempo que sonaba la música movía los dedos como si fuera él mismo el que pulsaba las cuerdas de la guitarra y de vez en cuando echaba una ojeada a las niñas que jugaban a salpicarse agua a pocos metros de donde él daba sus paseos al compás de la música.


Una hora más tarde decidió volver con su esposa a cobijarse del sol bajo la sombrilla. Se quitó los cascos y volvió la cara hacia ella, que seguía bronceándose. Así, se quedó un rato contemplándola y pensó que aún con el sudor en su cuerpo provocado por el calor seguía siendo muy bella. Y sintió que la amaba.


Entonces separó los labios e hizo un amago de decirle algo, cualquier cosa con tal de entablar una conversación por absurda que fuera, con tal de intentar salvar los últimos resquicios de su ajado matrimonio. Pero se quedó en eso, en un amago...



Bajó la cabeza y miró la arena. Se quedó un pequeño instante así, con la cabeza bajada mirando las conchas entre la arena. Entonces se tumbó en su toalla boca arriba, se volvió a colocar sus cascos y se quedó mirando el revolotear de una cometa sobre sus cabezas, en el gran cielo azul .

miércoles, 5 de agosto de 2009

UP, la nueva obra maestra de Pixar


Esta nueva maravilla de Pixar fue estrenada, en España, a finales de Julio y ya es todo un éxito. Por lo que he podido leer, una vez más Pixar vuelve a ser taquillera ya que va arrasando allá dónde vaya.

Una vez más he ido al cine a ver una creación de Pixar, en esta ocasión, sin tener ni idea de que iba la trama y sin ver casi ninguna secuencia de la peli. Y tengo que decir que me ha encantado, salí del cine fascinada con la historia que esta vez se le ha ocurrido a Pixar, con ganas de volver a entrar para verla de nuevo.

Sólo con los primeros 15 ó 20 minutos bastaron para dejarme con la boca abierta, no sabía que iba a pasar más tarde pero con sólo estos minutos, para mí,la película la podía dar por terminada. Ya me había dejado fascinada, nunca imaginé que contar una de las historias que se encuentra en la trama se podía hacer con tanta delicaleza, tanto amor, tampoco tiempo y de la manera en la que nos la cuenta.

Monstruos S.A me dejó anonadada con la historia que nos contaba pero esta me ha dejado fascinada, como ya he dicho anteriormente, nada más empezar.

Desde mi punto de vista, esta película nos muestra algo no más lejo de la realidad pero a una mayor escala, claro. Con muchísima fantasía e imaginación. Sino recuerdo mal, esta ha sido una de la películas que más se ha acercado a la vida real ya partiendo desde los personajes, un viejecito y un boy scout.

El viejecito nos muestra una imagen, casi común, que encontramos con algunos mayores que por circunstancias de la vida lo han hecho ser de una manera u otra. Pero que al final reina lo que tiene que reinar, la felicidad.

El boy scout, es un niño que llenará la trama de risas. Nada más ver la cara de este personaje hace que le cojas cariño aunque bueno.... mejor no digo nada. Me encanta la curiosidad del niño, la ansiedad por conseguir cosas. Es un personaje que lleva la alegria y la felicidad durante toda la trama.

Quizás, además de la historia tan maravillosa que cuenta, que esta alegria y esta felicidad esté presente en la mayor parte de película hace que me encante y que se haya convertido en mi película favorita de Pixar además de Monstruos S.A.

No dejéis de ver esta película, de momento, la mejor película del año. No os va a defraudar.

Espero que me dejeís comentarios para compartir opiniones.

Muchas Gracias.


lunes, 25 de mayo de 2009

Lost (Perdidos)


Pues resulta que hace tiempo que había oído hablar de la serie "Perdidos" pero nunca había podido ver un capítulo, bien por el destrozo que hizo televisión española con ella cambiándola continuamente de horarios y días de emisión, bien porque cuando conseguía dar con ella en la parrilla no conseguía seguir el hilo. Me parecía muy complicada empezar a seguirla cuando no entendía nada de lo que pasaba, aunque sí me intrigaba.


Ahora la han empezado a emitir en Cuatro desde el principio y todas las temporadas completas, pero al programador (¿Esta gente cobra y todo?) se de ocurre ponerla los domingos durante 3 horas seguidas. Imagino que cuando apriete el calor terminaré "comprándola" por Internet, porque a ver quien es el guapo que se queda un domingo por la tarde de verano en casa teniendo la playa al lado. Al final hay que darle la razón a los fans de la serie, hay que verla en DVD, en original con subtítulos, porque si no, no hay manera.




Cuando se anunció la serie en Cuatro, decidí seguirla, ya que me había causado una gran intriga. La serie de la que hablaban todos, gente que quedaban entre ellos, incluidos desconocidos, para verla juntos, autenticas teorías sobre el devenir de posibles futuros capítulos... no me pude resistir. Pero cuando me enteré de que iban a poner 6 capítulos seguidos, me asusté, aunque me animé a verla para saciar mi curiosidad, no sin pensar que si seguían a ese ritmo sería imposible seguirla.


Desde entonces mis domingos han cambiado. Periódico y paseito por la playa por la mañana, por la tarde, "Perdidos". Ya no realizo ni mi anterior actividad preferida de los domingos por la tarde: tomar café con los amigos. Desde el primer capítulo me enganchó y no fui capaz de quitar ojo de la tele durante las 5 horas de duración de los 6 primeros capítulos.




Esa trama sin fisuras, esa curiosidad continua por saber qué va a pasar a continuación, ese guión montado para que todo encaje al milímetro, esa oportunidad de conocer a cada uno de los personajes en cada capítulo mediante flashbacks, esa intriga que te deja al salir algo y no volver a hacer mención hasta pasados unos episodios, esa "rayadura" que te deja al pasar cosas imposibles en medio de una isla en medio del Océano, esa... SERIE, así con mayúsculas.


Y es que lo tiene todo: aventuras, amor, celos, situaciones paranormales, giros inexplicables, puede morir cualquiera, chicas guapas, chicos guapos (también feos/as), intriga, terror... En una palabra: Buenísima.


sábado, 23 de mayo de 2009

Bienvenido de nuevo, Mario Benedetti


No, no me he equivocado de título, ni me he vuelto loco. Cuando alguien con importancia y trascendencia fallece, considero que no hay que decirle un adiós, sino un bienvenido.

Bienvenido para mí porque lo tenía muy apartado de mi vida en los últimos años. Casi olvidado más bien. Y la peor de las noticias me ha devuelto a mi vida la intriga, el interés y el entusiasmo por volver a releer la obra del que considero uno de los mejores poetas de los ¿últimos? tiempos.


Mario Benedetti llegó a mi vida por influencias marítimas y desde entonces le tengo mucho cariño a su obra poética. Es un poeta que trata temas "simples" y universales de una manera sencilla, cosa que se agradece en la poesía, ya que normalmente los poetas se suelen perder entre palabras rebuscadas y es difícil entender lo que quieren decir la mayor de las veces debido a las metáforas tan complejas que utilizan en sus composiciones, que yo creo que ni ellos mismos lo entienden. Con Mario Benedetti no pasa eso. Sabes perfectamente de qué habla en cada momento y, además, tiene la virtud de tratar temas con el que sueles sentirte identificado.


Tengo que reconocer que mi amor a la obra del poeta uruguayo no se manifiesta en el número de libros del autor, ya que apenas he leído un par de ellos, pero sí por lo que significó para mí en un momento de mi vida, ya que me hizo descubrir que había vida poeta más allá de Federico García Lorca. Además de la ya citada influencia marítima, de gran importancia en el devenir de mi vida.


Sólo me queda recomendar a cualquiera que lea esto que se asome a la obra de este gran personaje de la cultura universal. Basta con echar un vistazo en la red para darse cuenta de la importancia y trascendencia que ha tenido, tiene y tendrá.
Desde el frisodechesu, el homenaje a Mario Benedetti.

Hagamos un trato


Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo.
(de una canción de Carlos Puebla)

Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.


Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.


Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.


Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.


No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.


lunes, 20 de abril de 2009

El secreto mejor guardado


Aquella noche, él le hizo la maleta a escondidas. Le metió un par de mudas para pasar la noche y algunos utensilios de higiene. Lo demás lo tenía todo ya previsto. También, por supuesto, hizo la suya propia, ya que él era el maestro de ceremonias en aquella ilusionante aventura. Ella, mientras, en el piso de abajo recogía la mesa después de una cena bastante romántica, con platos elaborados y velas para ambientar el comedor.

Él simuló tener sueño bastante más temprano de lo habitual y, ella, que le encantaba quedarse dormida junto a él y odiaba meterse en la cama cuando estaba ya dormido, se apresuró a meterse en la cama junto a él y abrigarse con el agradable calor que desprendía su cuerpo en aquella noche de duro invierno. Así, él, que sabía todo esto, había conseguido que ella se acostara temprano sin sospechar nada absolutamente.

A la mañana siguiente, bien temprano, él la despertó cariñosamente con las consiguientes quejas:
- ¿Estás loco? - le dijo - apenas son las seis de la mañana y hoy es sábado. Para un día que no tengo que levantarme temprano, me despiertas a esta hora.




Pero él insistió con dulces palabras:

- Venga, dormilona, que te tengo una sorpresa preparada.


Ella espabiló al oír aquella frase:

- ¿Una sorpresa?, ¿Cómo que una sorpresa?, ¿A las seis de la mañana?.

Él asintió y ella algo desconcertada y con bastante sueño logró levantarse de la cama y empezaron a arreglarse.


Al tiempo de salir él acercó las maletas al coche y ella no pudo más que sorprenderse por aquella rara actuación.

- Pero, ¿adonde vamos con las maletas? - dijo ella.

- Calla, que esa es la sorpresa - respondió él.


Ella se quedó pensativa y decidió dejarse llevar, ya que creyó que no le quedaba otra opción. Además le entusiasmaba la idea de una sorpresa secreta. Le intrigaba qué podía haber preparado esa persona tan poco detallista. Sin más, se subió al coche.


Él decidió ir por carreteras menos transitadas y conocidas para que ella no sospechara ni pudiera descubrir nada. Tardarían más, pero la cara de ella en el momento de descubrir la sorpresa preparada valía el extra de cansancio.


Por el camino pararon en una venta de carretera para tomar un buen desayuno, ya que el madrugón lo justificaba, así que al café lo acompañaron con una buena tostada con aceite y un buen jamón. Y después de reponer fuerzas siguieron carretera adelante.


Cuando él pensó que llegaban al destino, pararon un momento en un área de descanso y él le vendó los ojos a ella con una delicadeza extrema, cosa que ella agradeció, ya que bastante le incomodaba ya una venda en los ojos. Le podrían atar las manos para no poder tocar nada, pero nada de vendas en los ojos. Lo odiaba, se sentía desprotegida. Pero entendía que él había puesto mucho cariño en toda aquella historia y una vez más dejó que él decidiera por ella.


A medida que se acercaban, ella sentía aún más frío en aquella agitada mañana de invierno´y pensó que sería debido a los nervios por la incertidumbre y la sensación de no ver nada.

De pronto, sintió que el coche paraba y el motor se apagaba. ¿Al fin habrían llegado?. Él se bajó del coche para ayudarla sin quitarle la angustiosa venda. Ella, al bajar del coche, notó bajo los pies una sensación muy extraña. Sentía que pisaba algo desconocido para ella. Y él decidió quitarle la venda y esperar su reacción.


Se le llenaron los ojos de lágrimas por la emoción. Nunca antes había visto nada parecido más que en fotos o en televisión. Y se abrazó a él dándole las gracias por ese detalle tan generoso. Después de tantos años esperando, al fin había conseguido, gracias a él, poder disfrutar de algo con lo que había estado soñando durante mucho tiempo. Algo que desde pequeña deseaba conocer.


Frente a ella se mostraba un gran paisaje blanco lleno de nieve y un gran grupo de gente jugando en ella.: algunos hacían una guerra de bolas, otros un muñeco, otros se tiraban pendiente abajo con el trineo... y ella quería hacerlo todo a la vez.



Pero decidió dejarlo todo para más tarde y lo primero que hizo fue tumbarse en la nieve y comenzó a reír y llorar de emoción.

sábado, 11 de abril de 2009

El niño con el pijama de rayas


Me decía un amigo hace un tiempo, que se había leído el libro y había visto la película, que la película era bastante mala porque se saltaba cosas importantes del libro. Yo decidí abstenerme, ya que había leído el libro y no había visto la película, pero tenía en cuenta que para mi amigo el libro siempre es mejor que la película (en todos los casos), quizá ignorando casos como los de Stephen King y Kubrick respecto a "El resplandor".

El caso es que esta semana al fin he podido ver la película (malditos cines de mi ciudad) del best seller y tengo que decir que no me defraudó.


La película es correctísima y bastante entretenida, cosa que imagino que será lo que pretendía el director, ya que el libro tampoco da para más. Que se salta cosas importantes, pues claro, todas las adaptaciones de libros lo hacen, pero lo que no se incluye en la película y sí está en el libro son situaciones que no influyen en la trama, como por ejemplo la relación de la madre con el soldado que habitaba en la casa. En el film eso no se cuenta, pero no lo considero necesario para entender la historia, ya que además se cambia por otras escenas en las que deja bastante claro el punto de vista de la madre hacia lo que ocurre a su alrededor.

La película, al igual que el libro, no es una obra maestra, claro, pero consigue sorprender, sobre todo al que desconozca el argumento y, como he dicho antes, entretener.


Tiene algunas escenas que a mí me consiguieron emocionar, como cuando el judío mayordomo le cuenta al niño que en otra época era médico y el final de la película es bastante sobrecogedor, aunque el que se haya leído el libro seguramente no se verá muy sorprendido.


En cuanto a los actores, están bastante correctos. El niño Bruno tiene una cara de alemán que no puede con ella, por lo que está bien seleccionado el personaje, pero el niño judío, con su cara rechoncha y las orejas de pico no consiguieron meterme en el personaje. A Shmuel me lo imaginaba cuando leí el libro mucho más delgado y demacrado (estaba en un campo de concentración) de lo que aparece en la película, en la que el niño parece estar bien alimentado, aunque su personaje no pare de comer en todo el metraje.


En fin, una película que te hará pasar un buen rato (o malo, depende de tí), bastante fiel al libro (diga lo que diga mi amigo) y que no defraudará a nadie, salvo a los exigentes.

lunes, 30 de marzo de 2009

Un día en Córdoba

En los últimos tiempos he tenido la suerte de conocer la ciudad del título del post y lo único que puedo decir es que me estoy enamorando de ella.


No puede ser de otra manera e imagino que la gente que lea esto y haya tenido la oportunidad de conocer (que no visitar, que son conceptos distintos) los encantos de esta gran ciudad andaluza, Patrimonio de la Humanidad con todas las razones del mundo, estará de acuerdo conmigo en que la ciudad, sus gentes, te invita a conocerla, a vivirla, a, en definitiva, disfrutarla.


Pero entiendo que no todo el mundo va a tener la suerte que yo he tenido y a continuación voy a redactar lo que para mí es disfrutar de la ciudad en un solo día, teniendo en cuenta, por supuesto, el límite de tiempo, y que lógicamente no conozco Córdoba con total plenitud. La mejor época para visitarla es la Primavera, ya que es una ciudad que le saca un rendimiento increíble y artístico a las flores. Ya explicaré por qué.


Lo primero que recomiendo es madrugar un poco. A las 8 y media de la mañana debemos estar ya en la calle y desayunados. La razón, entenderán que merece la pena, es que comenzaremos nuestro "tour" por el plato fuerte: La Mezquita. Desde esta hora y hasta las 10 de la mañana la visita al templo es gratuita y esto es algo que debemos aprovechar. Desconozco si a las 10 desalojan el edificio o la gente que está dentro ya se queda dentro, pero en hora y media da tiempo para mucho. A partir de esa hora la entrada es de 8 Euros.


RECOMENDACIÓN: para visitar la Mezquita es imprescindible una buena guía que te oriente a dónde dirigirte para no perderte en obras menores. Yo tengo la de "Ciudades con Encanto" de El País Aguilar, pero también creo que es buena la "Guía Total" de Anaya. Intuyo que si la visita se hace sin guía, no se tarda más de media hora y no nos fijaremos bien en los detalles que esconde esta maravilla.

Mi impresión cuando entré en la Mezquita fue que los cristianos habíamos destrozado aquel templo musulmán, no sé si estarán de acuerdo. Resulta que entre tantas columnas y arcos (preciosos, por cierto) han colocado la Catedral (bonita también, no lo discuto) que cortan la profundidad y la sensación de infinito del edificio y uno no puede dejar de pensar en lo impresionante que debía ser en sus orígenes el templo.

Cuando salgamos de la Mezquita, podemos pasarnos por la conocida y bonita calleja de las flores, donde haremos unas fotos de esas de las que estamos orgullosos y enseñamos a todos nuestros amigos a la vuelta a casa.

La siguiente parada es en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Si se visita los Miércoles la entrada es gratuita. Si se hace otro día son 4 Euros. Lo más interesante son los mosaicos romanos encontrados en las excavaciones de la magnífica Plaza de la Corredera (recomiendo su visita también). Estos mosaicos tienen una correcta explicación de cada uno de ellos justo al lado, así que la guía nos la guardamos. También es interesante subir a las torres del Alcázar y disfrutar desde la altura de dicho monumento.


Obligado es, también, visitar sus inmensos y cuidados jardines, sobre todo en días de sol. Recomiendo que se haga de forma pausada y disfrutando de los distintos paisajes y sonidos que nos brinda la naturaleza. Dentro hay una estatua de los Reyes Católicos y Colón que representa la audición que entre esas paredes tuvieron para planear el viaje a las américas.

Si nos sobra tiempo en la mañana, podemos dirigirnos al Monumento al Triunfo de San Rafael, el Puente Romano y la Torre de la Calahorra. Ésta última sirve de mirador, pero desconozco si merece la pena su visita. Creo que cuesta 4 €.

Antes de almorzar, nos podemos dirigir a la Plaza de las Tendillas y tomarnos la cerveza del mediodía en el bar "Correo" (cerveza 1,10 €) en la calle Jesús María, que reconocerán por la aglomeración de gente en medio de la calle, o en el Delorean (cerveza+tapa: 1,60€ o cerveza de 1/2 litro+2 tapas: 3€), en la calle Alfonso XIII.


A la Plaza de las Tendillas es conveniente llegar a las horas en punto, ya que es curiosísimo escuchar que las "campanadas" se dan por Soleares. De verdad, entra una alegría cada vez que se escuchan que merecen la pena sólo por eso.


Después de la tapita y cervecita del mediodía (imperdonable en Andalucía), para almorzar nos podemos dirigir a la calle Conde de Torres Cabrera, donde se sitúa la "Taberna Góngora". Al entrar puede defraudar un poco el ambiente, ya que es un bar donde hay muchos hombres, pero se come un buen pescado frito y las raciones son de precio asequible y muy abundantes.


Para bajar nuestra comida podemos dar un paseo hasta la Iglesia Conventual del Santo Ángel y su plaza, donde se respira un incienso de lo más dulce y podemos admirar (en la plaza) al Cristo de los Faroles. Esta parte recomiendo visitarla mejor de noche, ya que hay un halo de misterio que impresiona, pero me cuadraba ahora para luego no tener que volver otra vez.


Por los alrededores está la Córdoba Comercial, así que si quieren aprovechan para hacer unas cuantas compras.


Ya por la tarde, si nos apetece nos podemos tomar un helado en la Plaza de las Tendillas, en la heladería David Rico (buenísimo el de chocolate blanco con chocoflakes) o tomarnos un café en el Café Viena, en la calle Jesús María, para volver a la judería.



Sin duda alguna, es indispensable darse un paseo, sobre todo en los meses de abril y mayo, por el barrio de San Basilio, conocido por su concurso de patios y balcones, en los que los vecinos se esfuerzan por conseguir impresionar al visitante. Muchos de los patios están abiertos al público y nos podemos asomar y contemplar la cantidad de macetas y flores que los adornan.


Cuando volvamos a la judería, debemos pasar por la Puerta de la Luna y sus callejuelas, que nos evocarán una época anterior, para llegar a la calle de los Judíos, donde se encuentra la Sinagoga, cuya entrada es gratuita, y donde podemos ver escritos y decorados de origen árabe. Creo que cierran a las 6 de la tarde más o menos. También nos podemos acercar al Museo Taurino y el Zoco Municipal en la misma calle. El museo no lo conozco, pero el Zoco es bastante agradable.



Aprovechen una vez visitado todo lo anterior para dar una vuelta y perderse por las callejas estrechas de la judería. No les defraudará. Así, además, hacen tiempo hasta la hora de cenar.


Para cenar, pueden dirigirse a la calle del Romero, donde se sitúa el restaurante "Pepe de la Judería" y sus famosas "Berenjenas fritas con miel de caña", autentica especialidad de la casa. Recomiendo, de verdad, tomarlas con un vino Pedro Ximenez o cualquier vino de Montilla-Moriles. Allí pueden tapear o comer, aunque el precio es algo elevado pero no excesivo: las raciones rondan los 15 o 20 €.


Otra Taberna donde pueden tapear es el "Malacara", en la Puerta Almodóvar. No se dejen llevar por el nombre, los camareros son bastante simpáticos.


O si lo prefieren, pueden simplemente pedirse un delicioso bocadillo de mortadela a la plancha con tortilla o uno de lomos con pimientos fritos en "El Picantón", un pequeño (y bastante cutre) bar situado en la Puerta de Almodóvar, pero que tiene unos bocadillos aderezados con distintas salsas a elegir (una de ellas bastante picante) que quitan el "sentío". Mientras se come su bocata puede dar otro paseito por la judería, esta vez de noche (igual de agradable que por el día), mientras sonríe gratificándose por la suerte que ha tenido de conocer una ciudad para el recuerdo.

domingo, 29 de marzo de 2009

Paraíso Inhabitado


Este libro pertenece a una estupenda escritora que hace poco descubrí, Ana María Matute. Alguna vez creo que ese nombre llegó a mis oídos pero nunca había leído nada de ella hasta ahora.

Es una mujer que ama la enterna infancia, por eso dice: "Tal vez la infancia es más larga que la vida". Cree que nunca debemos de perder esa parte dulce e infantil que tenemos todos o casi todos. Las personas que hayan dejado por el camino ese niño, ven las cosas, la vida... de otra manera; más cruda, más dura, más real... al fin y al cabo sin imaginación, sin fantasía, sin ilusión...

No nos equivoquemos, esta vida tiene su parte buena y su parte mala. Es un camino en el que nadie nos dijo que era fácil de recorrer ní nadie nos dijo todos los problemas a los que nos tenemos y teníamos que afrontar, así como las alegrías que cada día podemos recibir, pero por este motivo siempre tenemos que llevar ese niño o niña que fuímos alguna vez.

Este libro, por lo que he podido leer en entrevistas que le han hecho, es casi biográfico. Relata, en parte, su infancia. Hace percibir al lector como piensa, siente o nos vé una niña desde que nace hasta que ya va adquiriendo la percepción de la sociedad en la que vive.

Es un libro que ayuda a introducirte en los pensamientos que un niño puede tener hacía los mayores, por ejemplo el no entender el castigo de un padre, el por qué se tiene que comportar de una manera y no de otra, el por qué le dicen que es mala y no sabe el por qué... actitudes como estas hacen que sientas que los niños también tienen sus "pequeños" problemas, sus "pequeñas" dudas... y que necesitan que alguien les ayude al igual que nosotros los mayores buscamos apoyo en alguna persona. En este caso la niña, Adri, encuentra apoyo en los sirvientes de la casa y en su tía Eduarda.

Esta niña crece sola, tiene hermanos y una hermana pero como si no estuvieran. Encuentra un amigo con el cual le resulta complicado mantener una amistad, pero aún así consigue crearla e incluso puede decir que siente amor por ese niño. Puedes llegar a pensar, ¿una niña pequeña enamorada?, pues sí, con él encuentra el sentido de la amistad, le enseña a jugar, tiene tanta imaginación como Adri, descubre en él un mundo de sensaciones para ellas totalmente desconocidas, por esto y muchas otras cosas Adri llega a sentir amor.
Cuando pensamos en niños se nos viene a la mente alegrías, ternura, la típica expresión "¿quién fuera niño?", un mundo sin problemas, etc. Pues esta niña todo esto lo va descubriendo poco a poco, aunque, a veces, no distinga por qué le suceden algunas cosas que para el resto puede resultar normal. Sólo os voy a decir que la niña descubre lo que es sonreír, aparentemente fácil para un niño, pasado un tiempo después de nacer.

No quiero descrubir mucho más de este libro porque es para leerlo y pararnos a pensar muchas cosas de las que nos hace descubrir en él.

Sólo decir un último pensamiento a nivel personal: creo que sería conveniente que muchos padres leyeran este libro porque creo que podrían ayudarles a ponerse en el lugar de sus hijos.
Como siempre espero que disfrutéis con él y espero vuestros comentarios.

martes, 24 de marzo de 2009

Córdoba, ciudad de los mil olores

Al mencionar Córdoba, me viene a la mente La Mezquita, por supuesto, los patios cordobeses en Mayo lleno de miles y miles de flores, en su gastronomía: los flamenquines y el salmorejo... y seguro que muchas más cosas os vendrán a la mente. Pero hay algo a simple vista que seguro que nadie se ha dado cuenta, los olores. Sí, sí, los olores son muy significativos en Córdoba. Encontrarás un sin fín de olores. Olores dulces, fuertes, olores que alimentan, olores a recuerdos, a sensaciones....

No os podéis ni imaginar lo que es pasear por la Judería oliendo a canela, dejándote una sensación muy agradable en el cuerpo, oliendo a diferentes inciensos que sale de alguna tiendecilla que nos vamos encontrando por esas calles tan estrechas. Cuando va llegando la Semana Santa se huele al incienso típico de esta fecha pero es un incienso con un olor muy dulce que no te cansas de oler y tu olfato sólo quiere buscar ese olor para seguir oliéndolo, el olor no proviene sólo de iglesias sino de otros sitios que no se sabe muy bien si proceden de casas o conventos que aparentemente parecen una simple casa. Produce una sensación de añoranza de esas noches, que no sé lo que tienen, de la Semana Santa.

Podemos oler a las comidas que los restaurantes preparan esperando con impaciencia a que todo viajero se acerque a degustar la gastronomía tan maravillosa que tiene Córdoba, oler a olores que no son fácil de reconocer pero que gustan y que te gustaría saber qué se está cocinando en esas casas por las cuales vas pasando. Para poder matar ese gusanillo que nos puede despertar podemos degustar una de las tapas o raciones muy típicas de Córdoba: las berenjenas fritas con miel de caña, ¡¡¡¡ummmm!!!! que ricas. Están buenísimas, os lo aseguro. Tenéis que probarlas, es un pecado ir a Córdoba y no probarlas. ¡Ah! se me olvidaba, esto acompañado con una copita de Pedro Ximénex de Montilla, que está de lujo.

Por la zona comercial de Córdoba podemos encontrar una tienda de tés que desprende un olor que te llega desde lejos y te conduce hacía ella, dónde podrás encontrar tés rarísimos, por ejemplo uno de tarta de queso con arándanos, otro de chocolate con menta... y muchos, muchos más. La tienda está repleta de tés, accesorios para el té, chocolates y otras cositas.

No puede pasar desapercibido por Córdoba el olor a flores, sobre todo por zonas donde se encuentran los típicos patios cordobeses y por supuesto en los preciosos jardines del Alcázar de Los Reyes, son maravillosos. En ellos podemos encontrar muchas clases de flores llenas de color que junto con el murmullo del agua que fluye por las diferentes fuentes hacen que disfrutes muchísimo de su visita.

La Mezquita también tiene su propio olor. En el exterior, en ese estupendo patio de los naranjos, el olor a azahar hace su presencia y a medida que nos vamos introduciendo en el interior de la Mezquita, ese olor desaparece y nos inunda un olor a paz, a misterio.... La Mezquita trasmite una especie de paz interior y relajación, al principio entra agobio porque no sabes por dónde empezar a visitarla, pero luego es dejarte llevar por los caminos que inconscientemente te enseña. En dos palabras "Im presionante" de verdad, nada más que la cantidad de arcos que tiene, el diseño de algunos techos y algunas puertas hace que esta mezquita sea única.

Córdoba como dije al principio está llena de un sin fín de olores que podremos descubrir día a día por su calles y callejuelas. Dejen que vuestro olfato os guíe por esta maravillosa ciudad, hacer que todos vuestros sentidos sientan esta ciudad, ya veréis como disfrutaréis la ciudad de una forma muy especial que hará que no queráis iros de ella y os hará volver, sin duda.

Todo esto, junto con las personas de distintas culturas que podemos encontrarnos a lo largo de nuestra visita, hace que Córdoba sea la ciudad de la cultura 2016.

domingo, 1 de marzo de 2009

Pincho de Jamón

Esta receta, que pasaré en breve a redactar, es muy sencilla y apto para todos los públicos. Os animo a hacer esta receta, quedaréis como reinas o reyes ¡os lo aseguro!.
Podéis presentarla en vuestra mesa tanto para el almuerzo como para la cena, se puede cocinar para un entrante, por ejemplo.

Comienzo a daros los ingredientes necesarios:
- Pan, la cantidad depende de cuántas personas vayan a comer. Por ejemplo para 4 personas 1 baguette.
- Lonchas de jamón, tantas como rodajas de pan cortéis.
-4 ó 5 pimientos para freír.
-3 ó 4 huevos duros.
-Una lata pequeña o grande de pimiento del piquillo.
-Mayonesa.
-Aceite de Oliva.

Y por último la preparación:
Cortamos el pan en rebanadas, lo tostamos un poco y le echamos un chorrito de aceite de oliva a cada rebanada.

A continuación ponemos una loncha o media loncha de jamón en cada una de las rebanadas de pan.

Freímos los pimientos, una vez fritos le quitamos la piel y las pipas. Encima de la loncha de jamón ponemos un trozo de pimiento.

Después del pimiento ponemos una rodaja de huevo duro y encima un poco de mayonesa. Rallamos un poco de yema y por último una tira de pimiento del piquillo.

¡Ya está!, ¿habéis visto? fácil, facilísimo. Como siempre espero que disfrutéis haciéndola.


Esta entrada está dedicada a unos buenos amigos.